domingo, 7 de octubre de 2012

Entrega #7


CANCIONES YOLOFAS















ECUACIONES ROTAS

Soy un diamante
estoy en el fondo del mar.
Ya no estaré con ellos
han extraviado el camino.
Los conocí a la perfección
los manejé a mi voluntad.
Corrompí al bueno
di motivos al malo.
La seguridad que inspiraba
en temor transformaba.
Mis dueños decían ser
mas, ellos eran míos.
Lo corta de sus vidas
conmigo alteraron.

ANALOGÍAS

Un cansado día de verano
sin atenuantes cayó vencido
dando paso a una joven noche.
Las estrellas salieron entonces
para sustentar el acontecimiento.
Pienso, luego, en los sentimientos
que este hecho me inspiraba.
Ahora, al tocar tu pelo
la tristeza es ese día
el amor es esta noche.

LA VOZ DE TU CORAZÓN

Los ojos cerrados
la piel predispuesta.
Sé que estas ahí
siento tu mirada tierna.
Afino el oído
no dices nada
pero vivo el milagro
de oír la melodiosa voz
de tu corazón enamorado.

HISTORIAS QUE DESASOSIEGAN

Aquí solíamos colocar nuestros sueños, aquí sobre el sardinel y debajo de un roble que ya no existe. Llegaron los tiempos marcados con términos para cumplir compromisos, y partimos. Los sueños se quedaron pasmados y la vida en adelante fue diferente a lo soñado. Hoy estoy sentado en el mismo sardinel, recordando que aquí solíamos colocar nuestros sueños y tú, quien sabe donde estarás, pensando, tal vez, que el roble aún obsequia su sombra.

Las mentiras inhiben, las verdades catalizan; tus dudas de hoy mañana pueda que no lo sean; y entonces sin ningún temor, usaremos las ansiadas cadenas invisibles.

Contemporaneidades fatales: García Lorca, Franco; John Lennon, Mark Chapman...

De volver al punto de partida, conservando la experiencia adquirida, ¿usarías la misma vía que te ofrendó este destino?

Verbo fluido que endulza, palabras que hacen blanco en la ingenuidad; hoy vemos sollozar a otra alma lacerada.


Trayendo a colación


OTRA PARTE DE LA PRIMERA PARTE DE UNA NOVELA EN PROCESO


Cómo quedará formado el pasado lo determina el presente, escogiendo entre las posibilidades que va ofreciendo el futuro, pero la historia es manejable aunque sean sólidos los hechos, y se construyen otros pasados con elementos de la mentira. Verdad objetiva solo existe una; verdades subjetivas, tantas y tan bien enmarañadas en el seno de las conveniencias. Son verdades subjetivas las que nacieron silvestres cuando mi abuelo de San Basilio empezó a perder poder político, y se regó mucha ceniza para tapar las verdades objetivas derivadas del liderazgo de ese insigne patriarca. Y fue así: el primer pueblo de la región que gozó de los beneficios de la energía eléctrica fue el de mamá, gracias al empeño de mi abuelo, quien diligenció ante la nación la planta eléctrica, el cableado y los postes para que sus coterráneos tuvieran el indispensable servicio. Eran los buenos tiempos, había luz artificial desde las seis de la tarde hasta las doce de la noche. Lo recuerdo con sombrero caña flecha en la primera página del principal periódico de nuestro Caribe. Y después fue así: los adversarios políticos empezaron organizándose, vinieron las consejas y muchos dejaron de pagar el servicio resultando imposible, llegado el momento, comprar el ACPM. Nadie diferente a los verdaderos amigos y a la familia recuerda que esa noble gesta fue de mi abuelo, quien se dolió de la manera intencionada y cruel como feneció algo que costó mucho sudor; hasta el local donde estuvo ubicada la planta fue demolido y sobre lo que quedó regaron cenizas.

Y fue así: fruto de la gestión desinteresada del prohombre que había en mi abuelo se construyó un confortable Puesto de Salud, ya estaban adelantadas las diligencias para dotarlo y ponerlo al servicio de la comunidad, empero se atravesaron las elecciones, en las cuales su gran amigo y benefactor perdió la curul en el Senado. Y después fue así: ¿la oposición ganadora, dotó y puso en funcionamiento la bella obra?... ¿Qué creyeron ustedes? No nos vamos a dejar, dijeron, y lo redujeron al lugar de retención de los borrachines busca pleitos. Haremos otro mejor, y con el tiempo, hasta piscina de olas tendrá, subrayaron. El pueblo deleitó la fama de tener dos Puestos de Salud, aunque ninguno funcionó como tal.

Tiempo después alguien escribió la historia de San Basilio y en el espacio que debió ocupar mi abuelo, colocó ídolos falsos y “la primera planta eléctrica de toda la región fue producto del ahínco de los nobles patricios que a continuación menciono…”. En su verdad subjetiva mencionó a muchos, inclusive a los que trajeron y regaron las cenizas, ignoró, eso sí, la verdad objetiva.

Y fue así: habiendo encontrado una veta de agua dulce en su finca San José, consiguió que la Gobernación le construyera un tanque elevado, le mandara no sé cuantos metros de tubería, una motobomba y en acción comunitaria, se acoplaron todos los componentes de tal suerte que él, ante el entusiasmo general, se encargó del costo de bombear el agua hacia el tanque, y luego por gravedad, las casas se surtían del preciado líquido. Mientras los otros pueblos tenían que ir en burro a buscar el agua a los pozos debidamente acondicionados, San Basilio sólo tenía que abrir la válvula y he ahí el agua. Y después fue así: lo del sabotaje a la luz lo acepté por el bien del partido, pero lo del agua no cuenten conmigo, dijo uno; ni conmigo, dijo otro, y otro… total, los moderados, teniendo el beneficio gratis, se impusieron ante los recalcitrantes y el servicio duró hasta cuando se secó la veta. Eso sí, en la historia adaptada quedó la sensación, y para las próximas generaciones, de que la comunidad nunca gozó de citado bienestar.
Y continuaron la tarea de demolición, viraron hacia la dirección donde se encontraba Pepe, quien, atribulado por las circunstancias, agarró el camino para Sabanas con su esposa y dos vástagos, entrega previa del puesto al nuevo maestro. Años después los dos se encontraron por los lados de Algarrobo y aquel, haciendo alarde de ser un gran conquistador, le contó a Pepe que a los pocos días de haber llegado ya era novio de Eugenia... “sí, aquella morena alta y muy bonita que no quiso nada contigo”.

¿Que, qué hacía Pepe por Algarrobo? ¡Cálmense!, proporciónenme un poco de sosiego para poder concatenar mejor las ideas: resulta que asesorado por su padre, o sea, mi abuelo de Sabanas, él se dedicó a la agricultura, le fue de maravillas con las cosechas de maíz y ajonjolí; sin embargo, así como el ahijado de mamá salió obtuso para las tablas de multiplicar, él salió impedido para los negocios. No daba pie con bola, todos se aprovechaban de su condición de buena gente y económicamente salían mejor librados los compradores. En ese son de regalar el producto de su sudor se fueron cuatro años y vinieron otros dos hijos, hasta que cualquier tarde se instalaron tres buses en la plaza del pueblo: “Algarrobo, Algarrobo”, gritaban sus conductores y ayudantes para atraer gente que quisiera trabajar en la recolección de algodón. Al rato se llenó la plaza. Los hombres, guardada la ropa en bolsas de manigueta, el queso y el bollo de yuca en cajas de cartón, abrazaban a sus mujeres, lloraban, besaban a sus hijos y se embarcaban prometiéndoles un regreso cargados de plata. Muchos siguieron de largo para Venezuela y jamás volvieron. Pepe sí volvió, antes de tiempo por supuesto, las manos postradas, descargado de plata. Recurrió entonces a un rico tío, quien lo recomendó en el Matadero Moderno de Barranquilla y, ¡ahí va el hombre solo para la ciudad!: guardada la ropa en bolsa de manigueta, el queso y el bollo de yuca en caja de cartón.

El primer día de trabajo en el Matadero Moderno se impresionó mucho porque apenas llegó, el supervisor le dijo; “vas para el laboratorio”. Él asimiló literalmente las palabras y tuvo ganas de decirle que nunca había tenido experiencias en laboratorio alguno, que, “por favor, búsqueme otro oficio, yo soy muy capaz en cualquier otro oficio”. No obstante se aguantó y le preguntó al primero que pasó: “¿oiga amigo, tenga la gentileza, qué se hace en el laboratorio?”. El tipo le dijo: “el laboratorio es aquella piscina llena de ‘heces vacales’, si te mandaron para allá tienes que solicitar pala, carretilla y desocuparla”. “¡Ah!, ¿es eso?, pues, manos a la obra”, dijo Pepe entusiasmado pensando que empezaba una nueva etapa para su amada familia. A las doce del medio día, el mismo compañero que le indicó cual era el oficio en el laboratorio, lo fue a buscar para informarle que el casino fiaba los almuerzos hasta el día de pago; terminaron siendo compadres en ambos sentidos y los dos se jubilaron trabajando para el Matadero. Su morada inicial en Barranquilla fue donde el tío José, y su compañero de andanzas era el primo Lucho. En la efervescencia de las cervecitas del primer sueldo nació la proposición del solar: “cógelo Pepe, construye ahí”.


PALABRAS EN EL COLUMPIO



















Habla tan rápido que su medidor de consecuencias siempre va rezagado.

El futuro de nacer y el pasado de morir; ni en primera ni en cuarta persona, fueron invitados a esta fiesta.

-Señor asesor, basado en su oceánica experiencia y según motivo, ¿qué tipo de vehículo hace juego con mi personalidad?
-¿La verdad, verdad, o lo que deseas escuchar?
-La verdad, verdad.
Siendo así… un tractor.
Óyeme, si yo no tengo finca.
Lo digo por lo de hacer juego, y conste que estoy siendo benévolo, porque una catapila no es que desentone mucho.

Detrás de ciertos no, viene un sí.

El confite era mío, la pelota era de ella. Ella miraba el confite de tal manera que me pareció le daba lamidas con sus grandes ojos marrones. De pronto empezó a rebotar la pelota contra el piso, “mírala, te la cambio”, me dijo. Mi paladar quedó frustrado cuando acepté el trueque. Yo brincaba la pelota, ella, sin dejar de mirarla, saboreaba el confite. Sentí que las palabras se habían devaluado hasta el punto de quedar sin valor al escucharle, “no la tires tan duro”, y efectivamente cuando borró todo rastro dulce de su boca me la reclamó, “esa pelota es mía, dámela… mamá”. Formó una alharaca y un cocotazo sin amor, hizo el resto. Nombre de la obra: ‘Parapléjica la bendita justicia’.

Hueco que no se aparta se lleva su llantazo.

¿Y si en el afelio, la tierra no agarra bien la curva y sigue de largo?


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